Luego de muchos días grises y fríos, se rompió la rutina: el sol se dejó ver y esa hermosa maravilla de la naturaleza le regaló al cielo de Lima rayitos de sol y llenó de energía a sus habitantes. Una vez más, nos demostró que las sorpresas deben ser así de inesperadas y mágicas...tan imprevistas, espontáneas e intensas que te descuadran el día, te hacen modificar tu agenda y te liberan de pronósticos y fórmulas hechas. Para mí era un día increíble y de lindas sorpresas, debe ser porque soy de memoria frágil y, para variar, evito ver las noticias por las mañanas para no terminar deprimida...
Hoy al llegar a mi oficina, estaba feliz (hasta una caricatura me hicieron por verme así), desperté de buen ánimo, la caminata me había energizado y tenía vitalidad para el resto de la jornada, hasta que ...
Hoy al llegar a mi oficina, estaba feliz (hasta una caricatura me hicieron por verme así), desperté de buen ánimo, la caminata me había energizado y tenía vitalidad para el resto de la jornada, hasta que ...
La memoria de otros invadió de miedos mi espacio, impensadamente y en segundos el ayer regresó al presente y se instaló en mis sentidos para recordarme que exactamente hace un año un 14 de agosto salió el sol –asi como hoy- y que al día siguiente, sin permisos ni piedad, la tierra tembló bruscamente y sacudió varias ciudades peruanas causando en pocos minutos destrozos irreparables en las historias de las personas que vivieron ese momento, personas que hoy, lejos de disfrutar un día soleado y tranquilo, recordaron con tristeza esa fecha y se mantuvieron alerta a cualquier señal, al mínimo movimiento, prometiendo estar despiertos y atentos para no volver a vivir esa pesadilla otra vez...
Tal vez, el resto del día y la noche nuestros sueños estarán perturbados por los dolorosos recuerdos de este trágico suceso...
Tal vez mañana muchos, pocos o algunos estaremos con ojeras por haber tenido una noche de insomnio...
O tal vez, muchos, pocos o algunos preferiremos dejar esos recuerdos en el pasado, dormir tranquilos y agradecer la compañía del sol, su calor y energía...
Tal vez, el resto del día y la noche nuestros sueños estarán perturbados por los dolorosos recuerdos de este trágico suceso...
Tal vez mañana muchos, pocos o algunos estaremos con ojeras por haber tenido una noche de insomnio...
O tal vez, muchos, pocos o algunos preferiremos dejar esos recuerdos en el pasado, dormir tranquilos y agradecer la compañía del sol, su calor y energía...
Estoy segura que todos haremos un minuto de silencio en memoria de los miles de muertos y desaparecidos en el terremoto que azotó el año pasado la costa centro-sur del Perú.
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